Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la infertilidad afecta a 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva y, en cambio, es un problema que, en la mayoría de los casos, los pacientes sólo se plantean cuando tienen que acudir a una clínica de reproducción asistida después de intentar un embarazo de forma natural sin éxito.
Los problemas de fertilidad, aunque son una patología que afecta a un gran porcentaje de la población, aún hoy va ligada a un estigma social que sólo se podrá romper si conseguimos normalizarla y hablar de ella abiertamente.
La educación en materia reproductiva, sobre todo en lo que se refiere a la reserva ovárica (y el efecto del tiempo sobre la cantidad y calidad de los óvulos) es fundamental para que la sociedad tenga unos criterios fiables sobre los que poder basar sus decisiones reproductivas. De hecho, se calcula que un 30% de los ciclos de reproducción asistida por baja respuesta ovárica se podrían haber evitado si las pacientes hubieran tenido la información necesaria en el momento adecuado con antelación.
En general, a partir de los 35 años la probabilidad de embarazo disminuye de manera que a partir de los 40 años conseguir un embarazo natural con óvulos propios es difícil, y si se consigue, el riesgo de aborto aumenta. La sociedad debería ser consciente de que, entrada en la cuarentena, aunque es posible quedarse embarazada y tener un hijo sano, esto es la excepción y no la regla (a los 44 años por ejemplo la probabilidad es inferior al 1%)
En primer lugar, desde el sector médico nos corresponde dar a conocer esta realidad a través de las diferentes vías de que disponemos. No hay que olvidar que los medios de comunicación y los personajes públicos juegan un papel importantísimo, ya que el alcance de su mensaje es muy superior al que podemos tener desde el ámbito sanitario. Por esto, resulta clave que desde este importante altavoz no se envíen mensajes contradictorios ni incorrectos.
Afortunadamente, cada vez son más los personajes públicos que comparten con total naturalidad sus problemas de fertilidad y que gracias a las técnicas de reproducción asistida han podido ser padres. Famosos que incluso han hecho público detalles tan íntimos como que han recurrido a óvulos de donante o que han utilizado una subrogación de útero (vientre de alquiler), y que sin duda ayudar a romper el estigma de la infertilidad y a que el resto de la sociedad pueda vivirla de una manera más natural y cotidiana.
La información es poder, y sin ninguna duda, educar las nuevas generaciones sobre la fertilidad de una manera clara les permitirá planificar mejor su maternidad y poder actuar evitando problemas de autoestima, culpabilidad o vergüenza, frecuentes actualmente debido en gran parte a los falsos mitos y al desconocimiento general sobre la salud reproductiva.