Estamos acostumbrados, socialmente, a hablar del “reloj biológico” cuando nos referimos a las mujeres. Pero ¿y los hombres? ¿Tienen ellos también un reloj biológico? ¿A partir de qué edad del padre puede comportar riesgos para el hijo? En este artículo despejamos todas las dudas que puedas tener acerca de qué papel juega la edad en la capacidad reproductiva de los hombres.
¿Hasta qué edad pueden tener hijos los hombres?
No es raro ver por las noticias, o en una revista del corazón, como algunos hombres hacen bandera de su paternidad en edades muy avanzadas. Parecería, pues, que la edad, en el caso de los hombres, no juega ningún papel en su capacidad reproductiva. Pero no es así.
Es cierto que la edad, en el caso de las mujeres, tiene un papel vital para el éxito del embarazo. Pero pensar que la de los hombres no tiene ningún efecto es un error. Con los años, la calidad del semen disminuye y puede llegar a comportar ciertos riesgos para el embrión.
No existe un consenso científico evidente que determine a partir de qué edad no está indicado que un hombre sea padre. Aun así, podríamos resumirlo diciendo que a partir de los 45 años la calidad del semen va bajando y que los 60 años son un límite razonable que no se aconseja sobrepasar.
La calidad del semen disminuye en función de la edad
A veces se comete el error de pensar que con la edad lo único que disminuye es la cantidad de semen eyaculado, a causa de la menor producción de próstata y de las vesículas seminales. Pero no solo es esto. La cantidad de espermatozoides también disminuye significativamente.
Un estudio liderado por la doctora Brenda Eskenazi, de la Universidad de Berkley, apunta que la movilidad de los espermatozoides disminuye a una mediana del 0,7 % anual. Esto implica que un hombre de entre 40 y 60 años puede tener, de mediana, un 70 % de sus espermatozoides con una movilidad anormal o reducida.
Riesgos de ser padre a partir de los 45 años
Un nuevo estudio publicado a finales de 2018 en el BMJ (una de las revistas americanas líderes de medicina general) apunta que los bebés nacidos de padres grandes son más susceptibles a desarrollar problemas de salud. Algunos de estos problemas van desde nacimientos prematuros a problemas respiratorios.
Repasamos algunos datos interesantes resultantes del estudio: los recién nacidos de padres de más de 45 años tienen, por ejemplo, un 14 % más de posibilidades de nacer en un parto prematuro. Además, los hijos de padres mayores de 55 años tienden a obtener peores resultados en el test de Apgar (que se les hace al nacer). Esta prueba evalúa parámetros como la frecuencia cardíaca, los reflejos o la respiración. Por último, estos bebés de padres grandes tienen un 28 % más de posibilidades de ingresar en la unidad de curas intensivas neonatales.
Por lo tanto, a mayor edad del padre también tenemos que tener en cuenta que mayores son las posibilidades de riesgo para la salud del hijo.
Además, el estudio concluye que las mujeres que se han quedado embarazadas de un hombre de más de 45 años son más propensas a desarrollar diabetes gestacional.